jueves, 2 de diciembre de 2010

En un día donde no sale el Sol

Saludos a todos (as) los (as) blogueros (as), quiero compartir con ustedes una experiencia que muchas veces me ha tocado vivir. Me refiero al hecho de experimentar esos días donde parece que la luz no existe, donde todo es gris y triste, amargo y sin sentido, donde parece que no hay horizonte, todo se torna confuso, en fin muchas otras características puedo mencionar. Ahora bien, ¿que podemos hacer en esos casos? Dejemos a Dios a un lado, no lo involucremos en nuestros dificultades y angustias, ¡sería terrible verdad! todo se volvería más pesado y obstinante. Y la realidad es que, muchas personas que no conocen a Dios viven en las circunstancias antes mencionadas, ¿que solución tienen ellos o ellas? Muchos recurren al licor, a las drogas, al sexo desenfrenado, y en última opción, al suicidio, una terrible desgracia. Parece que cuando nos encontramos en esos días sin luz, no hay respuestas, no existen soluciones. Muchas veces el ser humano es tan terco, que prefiere vivir en la oscuridad, y estar siempre enterrado en la podredumbre. Pero no todo es gris, solo basta con detenerse y pensar que no estoy solo, hay alguien que me ayuda, tomo la decisión y enciendo la luz, vemos ante nuestros ojos al ser que tanto nos ama, Jesús. Ciertamente para las personas que no han experimentado la misericordia de Dios esto puede parecer ideal, pero en realidad, la presencia de Jesús en nuestras vidas es tan real, como el mundo que tenemos ante nuestros ojos. Ya para culminar quiero citar las palabras de un Sacerdote amigo que me decía: “Si quieres agradar a Dios, aparta de tu corazón todo lo que te aleja de Él, no es fácil, pero tampoco imposible, solo confía y ama” Dejemos que Jesús entre en nuestras vidas, no importa lo que seamos o lo que hayamos hecho, si queremos estar en la vida eterna, debemos comenzar a trabajar por mantener la luz siempre encendida. Ánimo!!!! Un abrazo para todos.